“Entonces probará el desapego y la serenidad, dejará de ser ‘el secretario de sus sensaciones’, sabrá que puede liberarse del pensamiento que lo piensa y de los irritantes síquicos que lo determinan: el odio, el apego y la ignorancia sobre la verdadera naturaleza de lo real donde los fenómenos son vacuidad”.
“La silueta que surge a mi lado me rehace y la sigo bajo el agua hasta salir en un bajo del estanque. La recorro con mis manos. Ella responde complaciente. Sexo cognitivo. Después sé que he cometido una transgresión. ‘Agartha, Agartha, Agartha’. Eso escucho en los jadeos de la mujer mientras se entrega”.
“Su método escritural proviene del Jesús de los apócrifos: lo que saques que esté dentro de ti te salvará, lo que no saques que esté dentro de ti te destruirá. Lleva por nombre El espejo. No tendrá lectores. Cuando la concluya la quemaré”.
¡Ay, sí! ¿Para qué nos hacemos desdichados antes de tiempo? El acto termina y los nutridos aplausos lo confirman: ha estado bien bonito.
“Ben Ripley alguna vez se lo había dicho: ‘Crees que lo que ya ocurrió, la catástrofe, todavía está por suceder’. Entonces luchaba contra las emociones negativas. No-identificación, no-consideración, no-expresión. Podía ver el rostro indiferente y la mirada penetrante de Ripley delante de sí cuando le decía eso, mientras caminaba lacerado por el frío de la ciudad desierta”.
El ministro israelí del Exterior, Israel Katz, negó como de costumbre las acusaciones afirmando que Israel ha permitido el ingreso de extensa ayuda humanitaria por aire, mar y tierra. Exigió a Borrell “dejar de atacar a Israel y reconocer nuestro derecho a la autodefensa contra los crímenes de Hamas”.
“El hombre cruel que nos tortura es un enviado de Kali. Creo que la anciana también lo era y que los mensajeros van resultando peores cada vez. Semejante, insistente, crispante, fastidioso. El ruido es una monótona sirena viscosa”.
“Para viajar por el espacio hay que aprender a deshacerse de toda la anticuada basura verbal: la cháchara de Dios, la cháchara clerical, la cháchara partidista, la cháchara patriótica. Hay que aprender a vivir sin religión, sin patria, sin aliados. Hay que aprender a mirar lo que se tiene enfrente sin ideas preconcebidas”. William Burroughs.
“La pared azul de la cromática provinciana es el telón de los abrazos rituales cuando la pedagógica sobremesa termina. Palmetazos, miradas cómplices, labios cerrados. Los notables regresan a seguir tejiendo las intrigas que sí valen la pena… Ese señor deambula y por eliminación piensa en lo que sus tías le dijeron: ‘Ojo, ya va a venir el día’”.
“Balmori se acerca a verificar la expoliación de un parroquiano. Cuando me vaya de aquí, de la porqueriza de Circe. Este infierno. Las fauces del licántropo hieden a lujuria. Cuatro mujeres semidesnudas danzan en el hocico. Detrás de ellas surge un pequeño resplandor”.
morfemacero.com 