El pretérito imperfecto de Flaubert 

“Usted, Flaubert, a quien muchos, en su tiempo y en la posteridad trataron como tonto (Sartre entre otros) es el ganador. Sus obras, producto de “la orgía perpetua” de escribir, permanecerán por siempre en el corazón de sus lectores, por los siglos de los siglos. Amén”.

Verosimilitudes y realidades

“Lo que a Gustave le parecía encantador de Oriente, a mí me parecía denigrante. Una cortesana, una cortesana cara que se embadurna de aceite de sándalo para ocultar el nauseabundo olor de las chinches que infestan su cuerpo. ¿Tan edificante es, pregunto yo, tan bello? ¿Tan raro, tan espléndido?” (Louise Colet en voz de Julian Barnes.)

Tres cuentos más uno

“Me sorprende que Flaubert y Yourcenar hayan elegido para sus últimas obras a un ser humano cualquiera, a una mujer y un hombre ‘oscuros’ que ya no eran ni el Emperador ni una mujer seductora, como Emma o Salomé. Quizá ambos escritores habían llegado a la más alta sabiduría, la de comprender que todos los seres humanos compartimos ‘el infortunio y la dulzura de existir’, como escribe Yourcenar”.

La guerra, Emma Bovary y Salammbô

“Emma y Salammbô son dos grandes personajes de la literatura universal, cada una con un final trágico, que refleja la desesperanza de Flaubert sobre lo humano. También Flaubert encontraba mediocre su entorno y su época. Escribir, vivir “la orgía perpetua de la pluma sobre el papel, fue su manera de evitar la neurosis del tedio, de vivir una vida simbólica”.

Tres copistas

“Milán Kundera cita a Flaubert en su discurso al recibir el Premio Jerusalén, señalando que para el escritor francés … ‘la estupidez es la falta de reflexión sobre los lugares comunes’”.

Últimas cartas de Flaubert

“Al cortejo fúnebre asistieron 300 personas. Cuando bajaron el ataúd a la fosa, el féretro del gigante –por la gran estatura de Flaubert--- no cabía. Tuvieron que esforzarse los sepultureros, nos dice Lottman, el biógrafo. Yo creo que le hubiera encantado ese detalle a Flaubert, que pensaba que todos eran unos idiotas”.

La correspondencia de Flaubert (1877-1880)

“Leí la correspondencia de Balzac y me ha entusiasmado poco. Se ocupa demasiado de sus asuntos. Jamás vemos en ella una idea general, una preocupación que vaya más allá de sus intereses. Balzac no se preocupa ni del arte, ni de la religión, ni de la humanidad, ni de la sociedad”.

La correspondencia de Flaubert (1873-1876) 

“A Guy de Maupassant, 25 de octubre de 1876: ‘En tu artículo, querido amigo, me has tratado con una ternura filial’. Guy había escrito: Flaubert maneja el Talmud como un rabino, los Evangelios como un sacerdote, la Biblia como un protestante, el Corán como un derviche”.

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