Diario de Gaza / IX

TA MEGALA 

Fernando Solana Olivares

El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes denunció la estrategia “autodestructiva” del régimen sionista al utilizar operaciones de falsa bandera para atacar a comunidades judías en el extranjero. Según nota de Diario de Octubre, el general de división Abdolrahim Musavi declaró que el régimen sionista “ha asesinado a la comunidad judía y sus miembros en otros países para prevenir la migración inversa, evitar conflictos internos e infundir temor al antisemitismo”. Refiriéndose al mortal atentado ocurrido hace un par de semanas en la playa Bondi de Sidney, Australia, donde al menos 15 personas de origen judío murieron y decenas más resultaron heridas, Musavi indicó que no es la primera vez que Tel Aviv atacaba a sus propios compatriotas para presentar a Israel como una supuesta víctima. 

The Cradle informa que la reciente tormenta invernal Byron devasta Gaza mientras Israel continúa bloqueando la entrada de refugios y suministros vitales a la franja. La tormenta derrumbó 13 casas y destruyó o inundó más de 27,000 tiendas de campañas para desplazados. La Oficina de Prensa del Gobierno de Gaza reportó la muerte de varios bebés y niños por frío. Las autoridades gazatíes denunciaron que el alto al fuego firmado comprometía a Israel a permitir el ingreso de 300 mil tiendas de campaña y casas móviles, pero sólo una fracción ha entrado a la Franja. Advirtieron que el desastre que se está desarrollando es inseparable del asedio genocida de Israel, que continúa bloqueando el acceso a ropa de invierno, mantas y suministros que salvarían vidas. Desde el alto al fuego en octubre se han producido más de 740 violaciones por parte de las fuerzas armadas israelíes que han causado la muerte de 400 palestinos.

En un artículo publicado en Red Voltaire (“Después del ‘Gran Israel’, Netanyahu quiere una ‘súper Esparta’ y ‘terminar el trabajo en Gaza’”), Thierry Meyssan documenta el tránsito de Netanyahu de “un conservadurismo sin complejos” a un franco nazi fascismo. Y su súbita conversión al mito del “Gran Israel” mientras perpetra el genocidio en Gaza —una más de sus tácticas de sobrevivencia política—, compromete toda perspectiva de creación de un Estado palestino independiente y soberano no sólo en el terreno sino en las mentes, según denunció el ministro de Relaciones Exteriores de Argelia en el Consejo de Seguridad de la ONU, Ahmed Attaf, citado por Meyssan. El mito del “Gran Israel” trata de justificar, explica el analista, no sólo la anexión de todos los territorios palestinos ocupados sino también la extensión del Estado de Israel sobre el este de Egipto, parte de Jordania y de Arabia Saudita, todo el Líbano, la mayor parte de Siria y una parte de Irak, hasta reconstituir el antiguo Imperio asirio desde el Nilo hasta el Éufrates.

Durante una conferencia celebrada el 15 de septiembre en Israel, Netanyahu declaró que, en adelante, el mundo entero está en contra del Estado de Israel (“lo cual es falso —observa Meyssan—, está contra la política de Netanyahu”), y que Israel debe convertirse en un país autárquico, una “súper Esparta”, abandonar sus actividades económicas convencionales y dedicarse a desarrollar sus industrias de guerra: “Hay que recordar que ningún político se había referido a Esparta desde la caída del III Reich. Mencionar a Esparta como referencia era un leitmotiv de los nazis y sus aliados, incluyendo a los imperialistas japoneses”. Meyssan recoge las declaraciones del líder de la oposición israelí, Yair Lapid, al día siguiente de lo dicho por Netanyahu: “Esparta fue destruida. […] Me sorprendió. Esparta es una espada, ¿por qué la citó? Porque nos ha convertido en un país en guerra. No queremos ser un Estado en guerra, queremos ser un país próspero… próspero y popular en el mundo”.

La destrucción sionista de Gaza

Después, en su discurso al intervenir en el 80 Período de Sesiones de la Asamblea General de la ONU, Netanyahu declaró, ante una sala casi vacía que abandonaron al menos tres cuartas partes de las delegaciones, que “Israel debe terminar el trabajo en Gaza” (o sea, comenta Meyssan, completar el genocidio iniciado): “Más adelante en su intervención, Netanyahu aseguró que Hamas llamaba ‘al asesinato de todos los judíos del planeta’, cosa que nunca ha planteado. Netanyahu dijo que toma todas las medidas necesarias para proteger a los civiles en Gaza, cuando todos los expertos no israelíes —y a menudo los propios expertos israelíes— señalan lo contrario. Netanyahu acusó a todos los que tratan de salvar a los civiles en Gaza de ser antisemitas y de propagar el antisemitismo, sin aceptar que es la política que él aplica en nombre de un ‘Estado judío’ autoproclamado, lo que alimenta el antisemitismo”.

Thierry Meyssan concluye su texto reflexionando que antes que otros deben ser los israelíes mismos quienes tendrían que rebelarse contra aquello en lo que se está convirtiendo el Estado de Israel, “contra ese algo que hoy devora a los árabes pero que acabará volviéndose contra ellos mismos”.

El 21 de octubre una anciana recogía aceitunas de sus olivos en la aldea de Al-Mughayyer, al norte de Ramallah, en Cisjordania, cuando apareció un colono sionista que la amenazó y golpeó con un palo hasta dejarla inconsciente. Ese reporte de Diario de Octubre está vinculado con la exigencia del ultraderechista ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich para acelerar el proyecto de construcción de más de 3 mil 400 viviendas en Cisjordania y anexar ese territorio palestino ocupado. Smotrich declaró que esa realidad enterraría la idea de un Estado palestino “porque no hay nada que reconocer y nadie a quién reconocer”, y llamó al primer ministro Benjamín Netanyahu a “aplicar la soberanía israelí en Judea y Samaria (nombre bíblico utilizado por los israelíes para referirse a la Cisjordania palestina)”. Así se abandonaría, dijo, la idea de los dos Estados y se garantizaría que “los hipócritas líderes europeos ya no tengan nada que reconocer”. Por eso el colono sionista apaleó a la anciana que recogía sus aceitunas.

Al 25 de agosto, Al Jazeera calculó en 61 mil 776 muertos y 154 mil 906 heridos palestinos los sangrientos resultados de la invasión sionista a Gaza. A la fecha, esa cifra no deja de aumentar. Justificando tales consecuencias, RT consignó declaraciones de Netanyahu sobre los bombardeos de Gaza: “Estados Unidos bombardeó Afganistán porque allí se encontraba Al Qaeda. Luego atacó Afganistán porque allí se escondía Bin Laden. Y nadie exclamó: ‘¡Dios mío, qué horror! Estados Unidos ha violado la soberanía de Afganistán o la de Pakistán’”. En conferencia de prensa afirmó que Israel tiene el derecho, reconocido por la comunidad internacional, de actuar contra los terroristas. Agregó que nadie debería “condenar a Israel, sino elogiarlo por sus acciones contra los terroristas de Hamas. No acepto la hipocresía y no considero convincentes estas condenas”.

Un despacho de prensa de varias agencias publicado por La Jornada informa que “el Instituto Planck, la segunda institución más grande de Europa en investigación demográfica y una de las más grandes y prestigiosas del mundo, estimó que 78 mil 318 personas murieron en Gaza entre el 7 de octubre de 2023 y finales de 2024, como consecuencia de la ofensiva israelí”. Para el 6 de octubre, escribió la misma fuente, el número de muertes superó las 100 mil, según reporte de Middle East Eye. Hamas detalló que mil 500 gazatíes perdieron la vida mientras esperaban obtener ayuda en las “trampas mortales” de los centros de la Fundación Humanitaria para Gaza respaldada por Estados Unidos. A esas cifras hay que sumar los más de 350 asesinados durante el alto al fuego impuesto, el cual ha sido reiteradamente violado por Israel.

El 1 de junio de 2018 Razan Al Najjar, una joven paramédica palestina de 21 años conocida como el Ángel de la misericordia debido a sus incansables tareas de socorro en Gaza, fue asesinada por un francotirador sionista mientras atendía a un palestino herido, a pesar de estar claramente identificada como trabajadora de salud. Al ser asesinada, Razan vestía una túnica blanca y tenía las manos sobre la cabeza, un gesto conocido en todas partes como señal de que era una socorrista intocable. La Comisión de Derechos Humanos de la ONU concluyó que su muerte fue un asesinato intencional. Después de una sesgada “investigación” israelí, el gobierno sionista ocupante de Palestina determinó que la víctima fue utilizada como escudo humano por los combatientes palestinos y por ello se le disparó. Su muerte se produjo poco antes de que ella y su prometido anunciaran su compromiso. Miles de gazatíes asistieron a su funeral y su cuerpo fue envuelto en una bandera palestina. Su padre vistió su bata de médico manchada de sangre. Ya nadie la recuerda y la indignación internacional que provocó su muerte quedó en el olvido. Diario de Octubre publicó recientemente una nota necrológica: la terca memoria.

Hace poco circuló en redes el video de un soldado israelí armado que hostiga a una niña palestina en Cisjordania y le arrebata su bicicleta. La niña corre despavorida a su casa llamando a su mamá. El soldado se lleva la bicicleta.  

La prisión de Rakafet, inaugurada en 1980 para albergar a peligrosos miembros israelíes del crimen organizado, fue cerrada cinco años después por considerarse inhumana. Luego del asalto de Hamas a Israel el 7 de octubre de 2023 fue reabierta por el ministro de seguridad nacional hebreo, Itamar Ben-Givr. Rakafet es una prisión subterránea a la que nunca entra el sol. Las decenas de palestinos ahí recluidos carecen también de alimentación suficiente y contacto con el exterior. Una investigación de The Guardian consigna que aunque la guerra ha terminado oficialmente, los palestinos “siguen encarcelados en condiciones de guerra violentas y legalmente cuestionables que infringen el derecho internacional humanitario y constituyen tortura”, según denuncia del Comité contra la Tortura en Israel (Pcati). “Mantener a las personas bajo tierra, sin luz solar durante meses tiene consecuencias extremas para la salud mental”. Tal Steiner, director ejecutivo de Pcati, declaró que las condiciones para los palestinos en las cárceles sionistas son “horribles intencionadamente”. Aseguró “que es muy difícil mantenerse íntegro cuando se está retenido en condiciones tan opresivas y difíciles”.

Alfredo Jalife publica un artículo en Red Voltaire donde señala que Benjamín Netanyahu impartió una conferencia en el consulado de Israel en Nueva York en la cual anunció que la batalla cognitiva para influir en las jóvenes generaciones radica en el control de las redes sociales, TikTok y X. La intención es “darle dirección al pueblo judío, a amigos no judíos y a aquellos que pueden ser amigos de los judíos”. Dos portales turcos denuncian que Netanyahu vislumbra a TikTok y X como “arma para impulsar el apoyo de Estados Unidos con el fin de influir en la opinión pública en medio del genocidio de Gaza”. Jalife denuncia también que el lobby sionista en Estados Unidos, “vinculado con el genocida ejército israelí y su primer ministro en turno, se ha adueñado en forma perturbadora de la pléyade de multimedias y redes sociales —que a su vez dominan y controlan a la gran mayoría de la opinión pública de Occidente y cuyos países no se atreven a legislar y menos a regular al Leviatán cibernético del siglo XXI, GAFAT (Google/Apple/Facebook/Amazon/Twitter)”. Israel ofrece viajes gratuitos a Gaza para influencers de Estados Unidos y Canadá alineados con las ideologías pro-Israel o MAGA, según el perfil Wall de Instagram citado por Jalife.

Ap, Sputnik y Europa Press informan que en la Cisjordania reocupada agricultores y grupos de derechos humanos han denunciado que la destrucción de olivos y el robo de equipos agrícolas hecha por colonos israelíes con apoyo policiaco sionista es parte de la expulsión sistemática de los palestinos de las tierras donde han vivido durante milenios y la expansión ilegal de los asentamientos judíos. En Atara, al norte de Ramallah, turbas judías asaltaron a los moradores y los expulsaron de sus propiedades, matando pollos y ovejas. La organización israelí de derechos humanos B’Tselem denunció que las fuerzas militares israelíes “aplican una política cada vez más permisiva e imprudente de abrir fuego en Cisjordania reocupada, incluido el bombardeo de la aviación en zonas pobladas”. También alertó que el ejército arma y moviliza a miles de colonos judíos en batallones de defensa regional y equipos de respuesta rápida. La organización informó que desde el 7 de octubre de 2023 han sido asesinados más de mil palestinos en la Cisjordania reocupada.   

Diversas agencias de prensa dieron a conocer el pasado 24 de diciembre que el gobierno de Bélgica solicitó formalmente unirse a la demanda presentada por Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia contra Israel por el genocidio perpetrado contra la población palestina en su ofensiva militar, que a la fecha se calcula haber dejado más de 70 mil 900 muertos y 171 mil heridos.

La diputada israelí de extrema derecha Limor Son Har-Melech presentó un proyecto de ley para imponer pena de muerte a quienes cometan asesinato por motivos nacionalistas contra ciudadanos de Israel. La ley no se aplicaría, informó el canal RT, a israelíes que asesinen a palestinos. Son Har-Melech apoyó en el pasado a Amiram Ben-Uliell, condenado por el asesinato de una familia palestina en un ataque incendiario en 2015, a quien calificó como “un hombre santo y justo”. Interrogada al respecto declaró: “No existe tal cosa como un terrorista judío”.

Aunque es reconocido como nación soberana por 157 de los 193 países miembros de la ONU, incluidos 4 de los 5 miembros permanentes del Consejo de Seguridad (Rusia, China, Francia y el Reino Unido), así como por la Santa Sede, el Estado de Palestina “es una invención sin fundamento histórico, arqueológico y realista”, publicó recientemente en X el ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben-Gvir, calificando a los palestinos como un conjunto de inmigrantes procedentes de países árabes que llegaron a la tierra de Israel y no constituyen un pueblo, según una nota de RT. Ben-Gvir manifestó que la única solución en Gaza es “fomentar la emigración voluntaria y no un Estado que recompense el terrorismo”. A pesar de que los palestinos son los habitantes originarios de la tierra de Palestina, un nombre dado por escritores griegos en el siglo XII a. C. a la antigua región de los filisteos, y que el Estado de Israel no figuraba en el mapa hasta su proclamación mediante la fuerza en mayo de 1948 por David Ben Gurión, Ben-Gvir declaró que “No existe tal cosa como un pueblo palestino”. Igual que su correligionario, el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, miembros los dos del partido ultranacionalista Otzma Yehudit, Ben-Givr instó al primer ministro Netanyahu a que aclare que Tel Aviv “no permitirá el establecimiento de un Estado palestino en ninguna circunstancia”.

Una nota de Paula Rosas en BBC News Mundo informa que desde los 12 años los niños palestinos son juzgados por tribunales militares en Israel. “A los niños generalmente los arrestan en sus casas. Decenas de militares asaltan en mitad de la noche la vivienda, a veces rompiendo la puerta, preguntan por el niño y entran al dormitorio del menor con los fusiles para llevárselo. Son llevados a centros de interrogatorio, donde no están acompañados de familiares ni de abogados. Allí son sometidos a tortura psicológica y a veces también física, y muchos acaban confesando bajo presión delitos que no han cometido”, según documenta el abogado Khaled Quizmar, director de Defense of Children International-Palestine. Uno de los casos más conocidos y denunciado por numerosas organizaciones de derechos humanos es el de Ahmed Manasra, que fue detenido cuando tenía 13 años acusado de intentar apuñalar a dos personas en un asentamiento. Aunque se probó que fue su primo y no él quien cometió el ataque, Manasra lleva 8 años encarcelado. Los tribunales concluyeron que no había participado en los hechos, pero de todos modos fue declarado culpable de intento de asesinato. En su encierro Manasra desarrolló trastornos psiquiátricos graves. A pesar de ello lleva dos años en régimen de aislamiento.

La “paz eterna en Medio Oriente” que proclamó Donal Trump duró menos de una semana. El ministro israelí de Seguridad Itamar Ben-Givr se pronunció el 10 de octubre en favor de “reanudar por completo las operaciones militares a gran escala en la Franja de Gaza con toda fuerza”, pretextando un ataque no demostrado de Hamas en Rafa, al sur del enclave.

En una nota elaborada por la redacción de La Jornada con material de agencias internacionales se señala que miles de soldados israelíes y jóvenes en servicio militar obligatorio declaran estar “mentalmente exhaustos” y sin capacidad para soportar “la matanza arbitraria” que realizan en el enclave. Beny, un francotirador de la Brigada Nahal declaró que disparaba entre 50 y 60 balas al día: “No tengo ni idea de cuántos he matado… muchísimos. A niños. A los oficiales no les importa si mueren niños, ni tampoco lo que eso me haga sentir. Para ellos sólo soy una herramienta más”. Ahora busca su baja del ejército: “Me está matando, me ha marcado la vida. No puedo dejar de pensar en toda esta muerte. Percibo un olor desagradable, y mi mente lo interpreta como el olor de los cadáveres. Una vez soñé que asesinaba a mi propia familia”. El medio israelí Haaretz informó en una investigación que las Fuerzas de Defensa de Israel ocultan al público los suicidios y los intentos de suicidio de sus efectivos en la franja, así como el número de soldados y oficiales dados de baja por problemas sicológicos o encarcelados por negarse a seguir combatiendo.

El mismo diario La Jornada informa que Michael Fakhri, relator especial de la ONU sobre el Derecho a la Alimentación afirmó recientemente, al dirigirse a una audiencia de la Asamblea General, que “la ONU murió en Gaza” cuando dos bebes palestinos, Mahmoud Fattouh, de dos meses, y Yazan al-Kafarneh, de diez, fallecieron de hambre en febrero y marzo del año pasado. Mahmoud y Yazam fueron los primeros niños que murieron por desnutrición y deshidratación durante la hambruna provocada por Israel en Gaza. “Cuando un padre o una madre sostiene a su hijo en brazos, mirándolo a los ojos mientras muere de hambre, significa que toda una sociedad está bajo ataque —dijo—. Cada vez que un niño muere de hambre, deshidratación y desnutrición, el mundo se hunde aún más en el abismo”.  

Salah Abu Ali, un palestino de 52 años, colocó un sofá bajó la sombra del olivo más antiguo de Cisjordania reocupada, con una edad estimada de más de 3 mil años. Es el guardián oficial del venerable árbol. Ahí pasa los días para evitar que los nazi sionistas lo echen abajo.

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