Culturas impopulares
Jorge Pech Casanova
En diciembre de 1993, Brandon Teena llegó a Falls City, Nebraska, y pensó que había encontrado un sitio en el cual aprovechar sus 21 años de edad, luego de una agitada vida desde la infancia. Su padre murió cuando Brandon estaba por nacer. Al casarse de nuevo su madre, Brandon y su hermana Tammy fueron abusados durante años por un tío.
Después, el joven que había recibido al nacer el nombre de Teena Renae Brandon entendió que era un hombre atrapado en el cuerpo de una mujer, huyó de casa y comenzó una vida errante manteniéndose mediante hurtos, fraudecillos y falsificaciones de cheques.
En Falls City, Nebraska, Brandon seducía a las muchachas de la minúscula población. Alternó con diferentes novias muy jóvenes, sobre todo con Lisa Lambert, en cuya casa vivía, hasta que conoció a Lana Tisdel, de 19 años de edad.
A Brandon le fascinó la rubia Lana, que vivía junto con su hermana Leslie en la casa de su madrastra Linda Gutierres, un sitio donde eran admitidos toda clase de marginales, incluyendo los delincuentes John L. Lotter y Marvin Thomas Nissen. Lana, por cierto, conocía desde niña a Lotter y sostenía un noviazgo intermitente con él, cuando el jovenzuelo no estaba en la cárcel.
Brandon, por su parte, huía de una orden de arresto emitida contra él en 1992 en la ciudad de Lincoln, por falsificar cheques. Cuando llegó a Falls City en diciembre de 1993, no cambió su estilo de vida: hacía regalos extravagantes a sus novias, aunque tuviera que robarles el pago por los obsequios. Así, en Lincoln falsificó un cheque de Carrie Gross para pagar un presente que le dio, y el 15 de diciembre fue a la cárcel de Richardson County por ese delito.
En la cárcel, Brandon tuvo que admitir ante el comisario Charles Laux que su nombre era Teena Renae y que en los archivos policiacos estaba registrado como mujer. Lana ya lo sabía cuando el 22 de diciembre fue a pagar la fianza para que saliera Brandon, pero como la muchacha aún no cumplía la mayoría de edad (21 años en los EEUU), tuvo que presentar el pago mediante Thomas Nissen, quien se enteró con irritación de que Brandon era Teena.
Lotter y Nissen se declararon agraviados porque Brandon no fuese hombre. La reacción de Linda Gutierres, la madrastra de Lana, no contribuyó a apaciguar al par de criminales. Aprovechando la fiesta de navidad, el 24 de diciembre sujetaron al muchacho delante de su novia, le bajaron los pantalones y obligaron a Lana a contemplar el pubis de Brandon. Enseguida, se llevaron a Brandon en un automóvil y, tras infligirle una golpiza, lo violaron en las afueras de la ciudad. Después, lo amenazaron para que no los acusara.
Brandon logró escapar. Fue a casa de Linda, donde la mujer y su hijastra Leslie le curaron los golpes. Un tanto repuesto, fue a denunciar la violación ante el comisario Laux. El oficial se burló de Brandon, increpándolo por fingir ser hombre. Aunque las pruebas médicas confirmaron la violación, Laux no arrestó a Lotter y Nissen.
Brandon se fue a refugiar en casa de Lisa Lambert, quien admitió a su ex novio para resguardarlo de Lotter y Nissen.
Mientras tanto, a casa de Linda Gutierres llegó un joven afroamericano, Phillip De Vine, quien iba a visitar a Leslie Tisdel. DeVine carecía de media pierna a causa de un defecto de nacimiento, pero con su prótesis se movía con agilidad y sin duda hubiese podido continuar su vida con buenas perspectivas. Quería ser novio de Leslie. A Linda Gutierres no le agradaron la piel morena ni la prótesis del joven. Lo expulsó de su casa.
Brandon y Phillip acabaron refugiados en casa de Lisa Lambert. Esperaban recibir el año nuevo al amparo de la generosa joven, quien les abrió las puertas de la casa donde vivía con su bebé Tanner, situada en las afueras del pueblo de Humboldt, no lejos de Falls City.
Sin embargo, al visitar la casa de Gutierres, Lotter y Nissen fueron advertidos por Lana, Leslie y Linda de la denuncia que Brandon interpuso contra los dos violadores. Los hombres salieron de allí después de averiguar dónde vivía Lisa Lambert. Llegaron a Humboldt la noche del 31 de diciembre.
El único testigo del crimen que conservó la vida, Tanner, no podría declarar lo sucedido. Lotter y Nissen contaron que les tomó cinco minutos acabar con Brandon, Lisa y Phillip. Al joven transexual le dispararon dos tiros por la garganta y lo acuchillaron. A la muchacha le dieron dos tiros en la cabeza, destrozando su cara. Al pretendiente le dieron un tiro en la nuca.
Rápidamente, debido a la denuncia previa por violación, Lotter y Nissen fueron capturados. Había fuerte evidencia contra Nissen, no así contra Lotter. Los fiscales del caso hicieron un trato con Nissen para no condenarlo a muerte, a cambio de que delatase a su cómplice. Nissen le echó toda la culpa del crimen a Lotter, pero después de que lo condenaron a cadena perpetua en 1995, confesó que había acuchillado a Brandon porque el joven seguía convulsionándose después de recibir dos balazos en el cerebro.
Lotter recibió sentencia de muerte en 1996 por los tres asesinatos, pero sus abogados han logrado postergar la ejecución. A la fecha sigue en la “fila de la muerte”. El comisario Charles Laux, quien dejó a Lotter y Nissen libres para asesinar a Brandon, Lisa y Phillip, no recibió condena alguna.
Donna Minkowitz, periodista pro lésbica que cubrió el caso y cuyos reportajes originaron el documental The Brandon Teena Story y la película Los muchachos no lloran, declaró en 2018 en un artículo publicado en Village Voice:
“Por años he querido disculparme por lo que ahora entiendo, con alguna vergüenza, era el marco anti transexual implícito en el artículo. Sin explicitarlo, el texto presentó a Brandon como una lesbiana que odiaba su cuerpo debido a previas experiencias de abuso sexual y violación en la infancia. […] Vi la decisión de este joven de llevar una vida en el rol de hombre como increíblemente audaz, pero también como una elección tomada por miedo, cuyo motivo era la homofobia internalizada”.
“No sabía —agrega— que había hombres trans, lesbianas trans, bisexuales trans; que ser trans no tiene nada que ver con que seas heterosexual o gay, y que el activismo trans no era, como temíamos algunas, un esfuerzo para disimular la ‘rareza’ y llevar vidas ‘más fáciles’, más convencionalmente heterosexuales”.
En 2020 una mujer de Inglaterra anunció que considera a Lotter inocente. Quiere casarse con él y comenzó una colecta para poder unirse con él en Estados Unidos. La madre de Brandon, quien rehúsa aceptar a su hija asesinada como transexual, reclamó: “Esa mujer está enferma. “Michele, imagina a ese hombre con quien te casarías, deteniendo a sangre fría el corazón de tres personas inocentes. ¿Te has detenido a considerar qué pensarías si fuera tu hija a quien violó y asesinó? El hombre cuyos ojos mirarás al decirle ‘sí’. Espero que un día esos ojos mirarán a las familias de sus víctimas cuando la justicia se cumpla”.

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