“La ingeniera Xóchitl Gálvez queda impuesta como candidata por un grupo que encabeza el caudillo empresarial Claudio X. González. Previamente, cuando Gálvez era aspirante a la candidatura, los líderes priistas anticiparon el asesinato de su marioneta, evidenciando el método de este grupo político: su letal determinación para ocupar el poder por cualquier medio. La insidia que impone su mortífera ingeniería. Ingeniería, sí vil”.
El odio a los contribuyentes
“La misma senadora que se disfrazó de botarga, se encadenó a su curul y organizó una patética pijamada con legisladores, hoy aspira a la presidencia de la república alegando falsamente ser una mujer indígena que, tras vender gelatinas forzada por la pobreza, llegó a convertirse en millonaria, en funcionaria pública y en legisladora”.
