“Pero como quien sabe diez sólo puede enseñar nueve, acepta que la posesión sufrida ha sido oracular, eleusina, y no admite racionalización. Cuando un dios pasa cerca de uno suele, como lo hacía Apolo, herirnos a la distancia”.
Atractor extraño
“Vuelven a tocarse dos líneas paralelas antes drásticamente separadas: metafísica y física, materia y espíritu, cuerpo y mente, cielo y tierra, ondas y partículas. Alguna tesis postula que tales cambios son morfogenéticos y trastornan al máximo lo habitual”.
