“Preso por violar las leyes de neutralidad estadounidenses, Huerta consiguió salir de la cárcel sólo para ser encerrado de nuevo en 1916. Su salud se deterioró rápidamente en prisión y, aunque lo dejaron libre, murió el 13 de enero de ese año. Su tumba en El Paso permanece disimulada para evitar que la profanen mexicanos todavía indignados con el usurpador”.
