“Última regla: nunca descuidarse. El balazo pulverizó el vidrio del auto y penetró como un relámpago entre sus ojos. Velvet guardó el revólver y caminó hasta la estación más próxima para tomar el tren”.
“Última regla: nunca descuidarse. El balazo pulverizó el vidrio del auto y penetró como un relámpago entre sus ojos. Velvet guardó el revólver y caminó hasta la estación más próxima para tomar el tren”.