“No vivimos la vida; la vida nos vive; sus vivencias se marcan en la piel. Al fin ---seres impermanentes--- el cuerpo claudica y todo termina. Así esta oscura desbandada: deja de haber cuerpo, deja de haber mente, deja de haber ser. Hete ahí el canto de Rilke: “¿Quién habla de victorias? Sobreponerse es todo”.
