Japón maravilloso (y neurótico)

“La cultura japonesa y su sociedad son fascinantes y, al mismo tiempo, perturbadoras. Japón es, quizá, el país más neurótico del mundo, con su obsesión por la perfección y, tal vez por ello, el que tiene la mayor tasa de suicidios”.

Veintitrés acepciones proféticas

“Si el siglo XX fue la época triunfal del cartesianismo ---un periodo de soberbia excesiva que se describió a sí mismo como el siglo de las certezas---, hoy sabemos que el universo es un lugar bastante más complejo de lo que imaginamos”.

La doble muerte de Mariam Abu Daqqa

“La muerte se extiende a diario sobre Gaza y nuevas atrocidades seguramente continuarán ocurriendo en ese territorio, herencia de un pueblo masacrado por potencias perversas para convertir sus heredades centenarias en el trofeo de un imperio bicéfalo”.

Nuestra Señora del Potala

“Una consignación que debe leerse sobre todo como una Ilíada-Odisea en la que resuenan ecos de El Quijote, con una nueva temática cuya materia narrativa es lo físico y lo espiritual, la acción y la contemplación”.

Literatura islandesa

“Tierra de elfos, ovejas, lava y géiceres, Islandia es atractiva y misteriosa. Su distancia del continente le ha permitido desarrollar una cultura con rasgos originales. Su literatura es fascinante y nos invita a descubrirla”.

Drácula enamorado

“Drácula, monstruo que por perpetuarse desangra a sus víctimas, puede simbolizar el horror económico. Ha salido de una bóveda y está entre nosotros. No es un amante obsesionado, sino la sed del mal”.

La guerra de las reinas

“Así que al hablar de lo secundario, las barbininfetas, se mienta lo principal: cómo los tiempos ya son otros y la inseguridad campea en ellos. No hay lugar donde la historia no toque las puertas y en algunos la desencaje”.

Luz y Pigmento: arte de Oaxaca en París

“Al manejar la espátula, al escoger papel japonés o de Nepal, con el paladeo de formas imprecisas, las artistas dieron vida a figuras inanimadas. En la complicidad del silencio, apareció la voz de la expresividad. Y ahora en los sitios, paisajes y seres de los cuadros se asoma un aire placentero: tal vez un estado de comunión”.

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