En esta trilogía ---dos novelas y un ensayo--- Fernando Solana ha expuesto una mirada analítica y cortante del pasado y una visión esclarecedora del presente. Siempre bajo el lema: ‘Debes decirles lo que estás viendo’”.
Los fans, ficción y autoficción
“Parece que hoy, sin embargo, esta dialéctica del autor que se repliega detrás del narrador ya no es suficiente. Como afirma el personaje de De Vigan, hay lectores que, como en las secciones de nota roja, lo que quieren es ver sangre, la verdad verdadera sin mediaciones ni intermediarios”.
Las formas del hormiguero
"Para el autor de Hormiguero las palabras son perspectivas que pueden preservar contra la pérdida de la conciencia. De ahí que el lenguaje signifique una forma de resistencia vital, cuyo envilecimiento y reducción derivan en un empobrecimiento de la sensibilidad frente al mundo".
El coro griego de Fernando Solana Olivares
“En el mundo de hoy, lo fragmentario es lo único que existe. Lo mismo pasa en tu novela. Por eso, lo que en ella importa es el coro, la polifonía de las narrativas individuales. Todos son protagónicos o nadie lo es. En Hormiguero destacan los discursos radiofónicos, así como los de las redes sociales. Miles de discursos, cada uno para unos cuantos. Pero esas células no se comunican entre sí. La red no es una red, a fin de cuentas”.
El inframundo nuestro de cada día
“El centro de este Hormiguero narrativo está en todas partes y su circunferencia en ninguna, por lo cual Fernando Solana consigue elaborar una obra que nos desconcierta y nos seduce por su elocuente belleza”.
