“Ni Lowell ni Brun vivieron para enterarse que sus teorías eran erróneas. Lowell falleción en 191g sin haber podido comprobar la existencia del “planeta X”, descubierto años después por el astrónomo aficionado Clyde Tombaugh quien lo bautizó como Plutón. Un año antes, en 1929, Emmy Ingerborg Burn cerró los ojos para siempre”.
