Auras evaporadas

“La cortesía, que garantiza ‘soledades y silencios, islas de felicidad’, estaba vinculada a la santidad, como se repetía en el siglo XVII francés. ‘La santidad es cortesía consagrada’, dirá San Francisco de Sales, citado por Zolla. La santidad y la amabilidad, virtudes emparentadas, derivan en el estoicismo, porque imponen la sonrisa en cualquier situación”.

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