Los comienzos no fueron simples. Oía y no cesaba de opinar sobre ello en mi interior. El silencio estaba afuera y no adentro de mí. Al tercer día comprendí que no escuchaba porque me escuchaba a mí mismo al escuchar.
Los comienzos no fueron simples. Oía y no cesaba de opinar sobre ello en mi interior. El silencio estaba afuera y no adentro de mí. Al tercer día comprendí que no escuchaba porque me escuchaba a mí mismo al escuchar.