“Quizá sea hora de reivindicar el derecho al tiempo, a recuperar el goce de la espera y sus sueños, a revivir el placer de encontrarnos a nosotros mismos frente a una página de papel en blanco en la que volcar lo que somos y que todavía podemos llegar a ser, a volver a ser personas y no simples avatares”.
El hombre que escucha
Los comienzos no fueron simples. Oía y no cesaba de opinar sobre ello en mi interior. El silencio estaba afuera y no adentro de mí. Al tercer día comprendí que no escuchaba porque me escuchaba a mí mismo al escuchar.