“Veza Canetti escribe: En cuanto a mi vida con él, debo decir, para no utilizar la comparación con Escila y Caribdis, que lo mío es un venir entre la locura y el suicidio. La permanente consideración que tengo para con sus caprichos y manías me exige un autodominio muy peligroso. Mi desesperación ante su destino me muestra el suicidio como única salida”.
